Noventa amiguetes

Aingeru Epaltza

Son más ricos, tienen más estudios y están más a la derecha que la media. Son más católicos, más conservadores y más navarristas que la generalidad de los navarros. Pululan por el Gobierno y sus órganos consultivos, la sacrosanta Caja Navarra y esas cuevas de Aladino que son la CEN y la Cámara de Comercio. También, por los sindicatos del régimen, UGT y CCOO. Son casi todos hombres y la mayoría comparten redes familiares y sociales que les ayudan a estar donde están. Todos esos datos aparecían el otro día en la información publicada por este periódico acerca de la tesis doctoral que ha presentado en la UPNA el sociólogo Ricardo Feliú sobre la élite del poder en Navarra. Ninguno de ellos habrá constituido una novedad para cualquier observador mínimamente atento de la Comunidad Foral. Hace tiempo que se sospechaba que es una pequeña minoría situada en puestos clave la que acaba distorsionando la imagen que esta provincia tiene de sí misma a base de hacer pasar por mayoritarios sus propios rasgos definitorios. He aquí, pues, un estado de opinión corroborado nada menos que por un análisis sociológico. Sí constituye una novedad la exacta cuantificación de esa casta patricia: 90 amiguetes razonablemente bien avenidos que se reparten el pastel entre ellos y sus respectivos clanes. Al constituir un trabajo científico y no una investigación periodística imagino que la tesis omite sus nombres y apellidos. Cuando vea la luz, podremos tener un estupendo entretenimiento intentando poner cara al frío dato. Otro lo constituirá la lectura pormenorizada, las pequeñas sorpresas, los detalles. A mí me interesan cosas como los lazos informales de esa red de poder o su posición ante la lengua vasca. Ahora habrá que cruzar los dedos para que el estudio de Feliú encuentre editor y no tarde mucho en publicarse. A los que mandan no les gusta que los fotografíen en pelotas y esta tesis parece que lo hace.