Javier Eder
Tan joven -el presidente Sanz, digo- y ya todo un gerontócrata, como Aizpún en su ancianidad. No soy el único navarro que ha tenido ocasión de avergonzarse en lo que va de semana al menos dos veces de nuestro gerontocrático presidente. La primera ocasión de pasar vergüenza ajena se nos brindó nada más empezar la semana, cuando, mientras algunos navarros de a pie salían a la calle porque sobre sus cabezas pende la espada del desempleo, Sanz abogó abiertamente -con un par de sindicatos como testigos- por facilitar el despido de trabajadores tal que los de Kox-ka u Ochoa-Lácar. Sanz sería un poco menos vergonzante si se hubiera manifestado a favor de flexibilizar el despido como presidente de su partido -suyo y bien suyo, mientras le asista la facultad gerontocrática de dejar bien atado su relevo-; pero, no: hace mucho que Sanz confunde la presidencia de su partido con la del Gobierno, y quien se manifestó a favor de despedir más y mejor fue el presidente de todos los navarros -incluidos los de Koxka-, cuya revolución conservadora à la navarroise debe de estar guiada por el lema foralité, stabilité, flexibilité . La segunda ocasión para la vergüenza en lo que va de semana vino cuando el presidente, fiel a las actitudes nepotistas que han caracterizados sus mandatos, dijo no tener "ni idea" -ni obviamente nada que declarar- de la posible malversación de caudales en cierto municipio ribero, investigada por la Fiscalía y Comptos. Mal está que alguien en tan buen lugar para informarse como la presidencia de UPN no tenga "ni idea" de eso; pero todavía es peor que ese alguien, en su calidad de presidente del Ejecutivo, no tenga nada que declarar ni la menor gana de ver alguna luz parlamentaria sobre el affaire . A falta del clásico rendimiento de responsabilidades políticas que se desprende de la variedad y control de poderes, nos queda el viejo plato único que tan bien conocemos: népotisme à la navarroise , condimentado con mucha foralité, stabilité y abundante flexibilité.
0 comentarios:
Publicar un comentario