domingo, 31 de mayo de 2009

El cardenal Cañizares y la ordenación de los pecados


Fede de los Ríos

El pasado jueves una amiga me dice que en «Abc» hay un suplemento interesante. Me acerco al quiosco, adquiero el diario fundado en 1903 por Torcuato Luca de Tena y descubro en su interior «Alfa y Omega», la revista del Arzobispado de Madrid, cubículo de Rouco. En la página 9, un interesante artículo de Ricardo Benjumea, redactor-jefe del semanario, lleva por título «La violación, ¿fuera del código Penal?». Su tesis principal: «Cuando se banaliza el sexo, se disocia de la procreación y se desvincula del matrimonio, deja de tener sentido la consideración de la violación como delito penal».

Leo y releo y me cuesta entenderlo. En defensa de su argumento habla de «la pastilla que convierte las relaciones sexuales en simples actos para el gozo y el disfrute». Debe ser un lenguaje críptico para iniciados vedado a los profanos en las cosas del fornicio a la manera católica.

Tan sólo un día después habla el único, el inigualable, el mayor defensor de la fe católica que conocieron las Españas, el flamante Arzobispo Administrador Apostólico de Toledo y Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos: el cardenal Antonio Cañizares Llovera. Sí hombre sí, aquél que pedía «a todos, con la protección de la Virgen, la defensa de la unidad inquebrantable de España» porque la veía amenazada y «la unidad de España es un bien moral y mantener esa unidad corresponde a las exigencias del bien común». El mismo que declaraba que «las comunidades que pidan una especie de autodeterminación o una autodeterminación plena, tendrán que buscar unas señas de identidad que ya no será la identidad cristiana porque ésta es unificadora». Iluminado por el Espíritu Santo ha vuelto a hablar forzado por escándalo de los abusos de menores en las escuelas católicas irlandesas. Abusos físicos, psíquicos y sexuales sobre 35.000 menores en 216 instituciones católicas en la verde Irlanda. «Esas conductas son totalmente condenables y tenemos que pedir perdón. No obstante, no es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios, con los millones de vidas destruidas por el aborto».

Impresionante. Empiezo, ahora sí, a entender al críptico redactor-jefe de «Alfa y Omega». Desconozco si el sexo practicado con los niños irlandeses habrá sido banal o no, lo que es claro es que fue disociado de la procreación y totalmente desvinculado del matrimonio, ergo esas violaciones no pueden ser consideradas delito penal. Nimiedades. ¿Quién nos asegura que en realidad esos menores no fueran como los que relataba hace unos meses el Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez? Menores que no sólo consienten, sino que incluso a él le provocan.

Mayor Oreja ha salido en defensa de Cañizares. Dice que lo declarado por el prelado es verdad, pues «lo único que hace es una cierta ordenación, dentro de la aberración de ambas cosas».

Ahora lo entiendo. No puede compararse una violación en la que se usa condón con una violación natural. La primera es mucho más aberrante, se pierde la semillita.

Publicado en Gara

viernes, 29 de mayo de 2009

Vendepeines


Juan Kruz Lakasta

Qué alegría, qué alboroto, otro proyecto de participación ciudadana piloto. Señora, llegan a la Rochapea los presupuestos participativos ahora. Caballero, no les va a poder poner ningún pero. Estamos que lo tiramos, oiga. El premio lo eligen ustedes, como diría el tristemente finado y maestro de maestros Joaquín Prats, con la única condición de que acierten su precio justo sin pasarse de la astronómica cifra de medio millón de euros. Como lo oyen: medio millón. Nos hemos vuelto locos, oiga. Aprovéchense, no se pierdan esta locura, no se pierdan esta fiesta de la participación ciudadana. Consigan su papeleta para participar en la votación popular. Qué rica la papeleta para el niño y el pureta. Qué rica la papeleta para el abuelo y el niño de teta. Que me las quitan de las manos, oiga. Que casi no me quedan, oiga. Canten conmigo: qué rico el presupuesto, me gusta el presupuesto... No olviden rellenar sus papeletas con el bolígrafo Bic de cuatro colores, esa joya de la escritura llegada a nuestras tierras de la mano del gran Donan Pher, el emperador del bolígrafo. Atención, porque comienza el festival de la democracia participativa. Veo en nuestras urnas de la risa las primeras papeletas. Y compruebo que ha habido un pequeño malentendido, por causas ajenas a nuestra voluntad y propias de la voluntad suya de ustedes. Evidentemente, cuando decíamos que podían elegir cualquier proyecto, queríamos decir que podían elegir cualquier proyecto que nos pareciese bien a nosotros, que para eso somos los amos de la barraca. Así es que las papeletas que piden recuperar la Runa como Parque Fluvial no valen. Nanai de la China Popular. ¿Alguien ha dicho popular? Popular, así está siendo la votación de los presupuestos participativos, la fiesta de la participación ciudadana. Canten conmigo: esta noche hay una fiesta, vamos todos a la fiesta... Y a mí la fiesta me vuelve loco, así es que, secretario, les vas a dar a estos señores nuestro mejor columpio, una auténtica obra maestra de la ingeniera moderna desarrollada por el Doctor Franz de Copenhage, que optimiza el aprovechamiento del brioso impulso de la fuerza de la gravedad y el generoso arrullo de la inercia para conseguir una sinergia entre niño y columpio desconocida hasta la fecha, que convierte en prácticamente innecesario que el abnegado progenitor de turno se canse meciendo a su vástago. Y no les des ni un columpio ni dos, ya puestos, les vas a dar a estos señores tres de nuestros mejores columpios para instalarlos en la Runa, Anelier y la Compasión. Y, por el mismo precio, les vas a limpiar las orillas del Arga a su paso por este barrio sin igual, las vas a dejar niqueladas, brillantes... Brillantes como esta fiesta de la participación ciudadana. Canten de nuevo conmigo: qué rico el presupuesto, me gusta el presupuesto...

Publicado en Diario de Noticias
Qué alegría, qué alboroto, otro proyecto de participación ciudadana piloto. Señora, llegan a la Rochapea los presupuestos participativos ahora. Caballero, no les va a poder poner ningún pero. Estamos que lo tiramos, oiga. El premio lo eligen ustedes, como diría el tristemente finado y maestro de maestros Joaquín Prats, con la única condición de que acierten su precio justo sin pasarse de la astronómica cifra de medio millón de euros. Como lo oyen: medio millón. Nos hemos vuelto locos, oiga. Aprovéchense, no se pierdan esta locura, no se pierdan esta fiesta de la participación ciudadana. Consigan su papeleta para participar en la votación popular. Qué rica la papeleta para el niño y el pureta. Qué rica la papeleta para el abuelo y el niño de teta. Que me las quitan de las manos, oiga. Que casi no me quedan, oiga. Canten conmigo: qué rico el presupuesto, me gusta el presupuesto... No olviden rellenar sus papeletas con el bolígrafo Bic de cuatro colores, esa joya de la escritura llegada a nuestras tierras de la mano del gran Donan Pher, el emperador del bolígrafo. Atención, porque comienza el festival de la democracia participativa. Veo en nuestras urnas de la risa las primeras papeletas. Y compruebo que ha habido un pequeño malentendido, por causas ajenas a nuestra voluntad y propias de la voluntad suya de ustedes. Evidentemente, cuando decíamos que podían elegir cualquier proyecto, queríamos decir que podían elegir cualquier proyecto que nos pareciese bien a nosotros, que para eso somos los amos de la barraca. Así es que las papeletas que piden recuperar la Runa como Parque Fluvial no valen. Nanai de la China Popular. ¿Alguien ha dicho popular? Popular, así está siendo la votación de los presupuestos participativos, la fiesta de la participación ciudadana. Canten conmigo: esta noche hay una fiesta, vamos todos a la fiesta... Y a mí la fiesta me vuelve loco, así es que, secretario, les vas a dar a estos señores nuestro mejor columpio, una auténtica obra maestra de la ingeniera moderna desarrollada por el Doctor Franz de Copenhage, que optimiza el aprovechamiento del brioso impulso de la fuerza de la gravedad y el generoso arrullo de la inercia para conseguir una sinergia entre niño y columpio desconocida hasta la fecha, que convierte en prácticamente innecesario que el abnegado progenitor de turno se canse meciendo a su vástago. Y no les des ni un columpio ni dos, ya puestos, les vas a dar a estos señores tres de nuestros mejores columpios para instalarlos en la Runa, Anelier y la Compasión. Y, por el mismo precio, les vas a limpiar las orillas del Arga a su paso por este barrio sin igual, las vas a dejar niqueladas, brillantes... Brillantes como esta fiesta de la participación ciudadana. Canten de nuevo conmigo: qué rico el presupuesto, me gusta el presupuesto...

martes, 26 de mayo de 2009

Piratas, ayer y hoy


Frei Betto

Son apabullantes las noticias sobre piratas en las costas de Somalia. Para mí es casi como encontrar, hoy día, dinosaurios en la selva amazónica. Los piratas eran, hasta ahora, personajes legendarios de mi infancia. En el carnaval, disfrazados o no de piratas (turbante rojo de seda en la cabeza, cubreojo negro y espada de palo), cantábamos alegres la famosa marcha de 1947: «Yo soy el pirata de la pata de palo /de ojo de vidrio/ de cara de malo...».

De pronto aparecen noticias de que, en pleno siglo 21, hay piratas de verdad atacando grandes embarcaciones en el litoral de Somalia. Es Homero quien, en la Odisea, cita por vez primera el vocablo «pirata», que se deriva del griego «asaltar».

Entre los siglos XVI y XVIII los piratas infestaron el Mar Caribe. La actual Isla de la Juventud, en Cuba, era conocida como la Isla del Tesoro y fue motivo de varias historias de aventuras. Allí escondían los piratas sus botines.

¿Todos los piratas son bandidos? El historiador norteamericano Marcus Rediker, en el libro «Villains of all Nations» (Villanos de todas las naciones), describe las dramáticas condiciones en que trabajaban los marineros ingleses en los siglos pasados. Vivían en un infierno flotante, tratados como esclavos. Quien se rebelara era azotado como nuestro Juan Cándido, el «almirante negro» de la Revuelta de Chibata (1910). Los reincidentes eran echados a los tiburones; y los supervivientes recibían salarios de hambre.

Los marinos que desertaron de la inhumana Marina de sus majestades se volvieron piratas y crearon «otra marina posible»: abolieron la tortura, empezaron a escoger a sus comandantes por elección, compartían el botín. Mientras ellos asaltaban navíos, la Marina europea saqueaba países -en Asia, en África y en América Latina-. Que lo diga, si no, la historia de nuestro continente...

Según Rediker, los piratas, que acogían a bordo esclavos africanos para liberarlos, implantaron «uno de los proyectos más igualitarios para distribución de recursos que hubo en todo en el mundo durante el siglo 18».

Somalia colapsó en 1991, y desde entonces sus nueve millones de habitantes viven en situación de miseria. El litoral del país es utilizado por las naciones metropolitanas como basurero de residuos nucleares. Junto a la basura atómica, también han sido derramados otros tipos de desechos en el mar de Somalia, causando enfermedades en la población, como erupciones en la piel, náuseas y malformaciones en niños. Después del tsunami del 2005, muchos presentaron síntomas de radiación. Murieron unas 300 personas. E innumerables barcos europeos pescan en el litoral de Somalia, sacando cada año muchas toneladas de atún, camarón y langosta.

Así, los «piratas» somalíes -que se autollaman «Guardia Costera Voluntaria de Somalia»- son pescadores afectados en sus derechos y en busca de alguna compensación ante el saqueo y la contaminación de sus aguas por parte de las naciones europeas. En una entrevista para el diario The Independent, Sugule Alí, uno de los líderes de los «piratas», declaró: «No somos bandidos del mar. Bandidos del mar son los pescadores clandestinos que saquean nuestros peces».

Johann Hari, columnista del periódico inglés, se pregunta: «¿Por qué los europeos suponen que los somalíes debieran dejarse morir de hambre pasivamente en las playas, asfixiados en la basura tóxica europea, y asistir pasivamente a los pesqueros europeos (entre otros) que pescan peces que después los europeos comerán elegantemente en los restaurantes de Londres, París o Roma? Europa durante mucho tiempo no hizo nada. Pero cuando algunos pescadores reaccionaron y se entrometieron en la ruta por la que pasa el 20% del petróleo del mundo, inmediatamente Europa despachó para allá sus barcos de guerra».

En el siglo 4 a. de C. un pirata fue llevado preso a la presencia de Alejandro Magno, quien le preguntó si quería convertirse en señor de los mares. El hombre respondió cuál era su intención: «Lo mismo que usted, haciéndose señor de las tierras; pero como mi barco es pequeño soy llamado ladrón; mientras que usted, que comanda una gran flota, es llamado emperador». Y hoy ¿quién es el principal ladrón?

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domingo, 24 de mayo de 2009

Recordando el Mississippi


Juan Kruz Lakasta

Se celebra hoy la fiesta de la escuela pública euskaldun en el parque de la Taconera. Yo estudié en la primera escuela pública en euskera, ya que la Ikastola Municipal de Pamplona fue pionera en su género. Comenzó su andadura hace la friolera de 30 años. Cómo pasa el tiempo. Entonces el mono Txarli aún vivía en su jaula de la Taconera, los Peta Zeta eran legales y en vez de con la Play Station jugábamos con los Juegos Reunidos Geyper. Nuestra ikastola sufrió durante lustros una situación de alegalidad y graves carencias en medios materiales y humanos. Suena duro, pero en realidad éramos la envidia de la chavalería del barrio. Teníamos más vacaciones que nadie, porque con tantos problemas el curso siempre empezaba tarde. Nos pasábamos medio año recibiendo clases en los animados porches de la plaza del Castillo, a modo de protesta. Cuando recibíamos las clases bajo techo, en vez de hacerlo en convencionales y aburridos colegios de hormigón, lo hacíamos en fascinantes barracones que parecían caravanas de camping. En el patio de recreo teníamos un charco enorme, un auténtico lago que llamábamos Mi- ssissippi, en el que podíamos chapotear todo el año. Aquello era un parque de atracciones. Y por si eso fuera poco, aunque entonces no éramos totalmente conscientes de ello, recibíamos la educación más avanzada en lo pedagógico, basada en fomentar el espíritu crítico. Los padres y profesores artífices de aquella gesta merecen un monumento. Lo que no imaginábamos entonces era que 30 años después nos enfrentaríamos a problemas similares a la hora de escolarizar a nuestros hijos en la escuela pública euskaldun. La oferta de plazas en euskera en el ciclo de 0 a 3 años es escandalosamente insuficiente. En Primaria, en Patxi Larrainzar una vez más hay críos que se van a quedar fuera. En Sarriguren, en plena Zona Mixta, no implantarán el modelo D con la excusa del Tratamiento Integrado de las Lenguas. Podríamos caer en la tentación de pensar que en tres décadas no ha cambiado nada. Sería un craso error. Efectivamente, los mandatarios forales siguen poniendo trabas. Pero la escuela pública euskaldun de calidad entonces era apenas un sueño utópico y hoy es una realidad palmaria. Queda claro que si ellos son pelmas, nosotros lo somos todavía más. Además, a ellos los mueve el cerril odio por una lengua y a nosotros el amor por un idioma y por unos ideales de igualdad, por lo que, evidentemente, nosotros, dentro de lo que cabe, disfrutamos más. Así las cosas, no me queda sino invitar al lector a disfrutar de la fiesta de la Taconera. Razones para la celebración nos sobran. Y las actuaciones serán impagables. Ahí estarán, entre otros, los desternillantes Pirritx, Porrotx eta Juan Kruz.

¿Policía para qué?


Fede de los Ríos

Todas las fuerzas de la reacción bramaron al unísono contra la huelga. En el centro la patronal y entorno a ese eje los diferentes satélites: UPN-PSN, burócratas sindicales, prensa, radio y televisión. Se echó en falta a los obispos.

«Es una huelga política» repetían a coro. Lo mismo decían en los setenta los procuradores de las Cortes, los telediarios de la época y los delegados del Sindicato vertical. Cambiados algunos actores, la representación se repite.

Uno de los monaguillos de la patronal navarra, medallista del Gobierno de UPN, el secretario de UGT Juan Felipe Goyen, hombre de mundo a la par que ocurrente, declaró: «Una huelga general es algo muy serio, no es un jueguecito de caserío. Esta huelga es propia de mentes que no ven mucho más allá del vuelo de su boina. Ante la crisis mundial no hay huelga general que valga, y menos una local».

Por la pretendida ironía en sus declaraciones su apuesta sindical va más por el humor fácil y ramplón, que por lo serio. Por la concertación social y el buen rollito frente a la triste y obsoleta lucha de clases. Como buen cosmopolita, imagino gustará de repetir aquello tan socorrido de que el nacionalismo se cura viajando. Quizás haya algo de cierto en el aforismo barojiano. De lo que no cabe duda alguna es que la indignidad, el servilismo y la estupidez afincadas en alguien durante más de medio siglo resultan casi imposibles de erradicar, pues forman ya parte de su ser y conforman su carácter.

Los poderosos lo premian con medallitas, dejándole sentar ocasionalmente en su mesa durante los fastos oficiales y con algún puestecito cuando venga el retiro. Triste vida y triste jubilación sí, pero... con treinta monedas y sin sobresaltos. Además sale en la tele y en la prensa para declarar que lo suyo es «un sindicalismo constructivo comprometido en la negociación de las situaciones de dificultad» que «presentando propuestas de solución a problemas, provoca un cambio en el panorama sindical navarro, que arrincona el radicalismo estéril que se venía practicando desde los últimos años de la dictadura». Imagino que esto último fue la razón por la que Juan Felipe se abstuvo de participar sindicalmente en aquellos años. Aquellos obreros tan radicales y tan poco constructivos, aquellas huelgas tan políticas. Asimismo, nos relata los años de clandestinidad de UGT; imagino que de oídas, al afiliarse al sindicato en los noventa. Y a fe mía que dice verdad, tan clandestinos sus militantes y los del entonces PSE -luego la baserritarra E final tornóse cosmopolita N en los ochenta-, su partido hermano, que en Nafarroa nadie los conoció mientras duró el dictador.

Después sí, después brotaron como hongos y, en UGT, encontraron una escuela de cuadros donde se formaron muchas promesas navarras. Por allí pasaron, entre otros, su ex-secretario general Miguel Ángel Ancizar, sabio experto en casi todo y actual presidente de una promotora inmobiliaria de la cual, precisamente, nuestro Juan Felipe es el vicepresidente. En UGT estuvieron los dos más grandes personajes de la política cosmopolita: Miguel Sanz y Yolanda Barcina.

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viernes, 22 de mayo de 2009

Pastel de lengua de alondra


Javier Eder

dicen que Roma se precipitó de manera irreversible en la decadencia el día que un Ferran Adrià dos mil años anterior a Adrià fue invitado por los senadores a exhibirse en una degustación oficial, en el curso de la que se sirvieron manjares tan hiperminimalistas, deconstructivos y vanguardistas como el pastel de lengua de alondra, exquisitez suprema que dejó mecido en orgiásticos ensueños al mismísimo emperador. Es de suponer que eso ocurriría en los poco edificantes tiempos de Cómodo, Caracala o Nerón. Así que Roma, como imperio y como civilización, iba cuesta abajo y sin frenos. Sería, pues, en aquellos tiempos en los que, si un acaudalado patricio romano pegaba una patada en la piedra de una calzada cualquiera, le salían tres cocineros con estrella en la guía Michelin para ofrecerle jabalí relleno de tordos en salsa de arándanos, lomo de lubina cebada con higos chumbos o solomillo de lirón al vapor con esencia de castañas. Sin embargo, en aquellos decadentes tiempos las cosas no habían degenerado lo bastante como para que alguien saliese a la palestra pública y afirmase, como se hace hoy en los periódicos, radio y televisión, que los Ferran Adrià de entonces -todos ellos anónimos- eran a su época lo que Picasso sería a la suya. Ni siquiera el "creador" del pastel de lengua de alondra sería considerado en Roma un artista. De hecho, tendrían que pasar unos cuantos siglos hasta que surgiese la idea, tan moderna, del artista como figura trascendente e idealista, tal como la encarnara Picasso, entre los últimos en hacerlo. Muertas las vanguardias del siglo XX, la pista del arte como idea trascendente se pierde en los discursos filosóficos de la decadencia, donde un Adrià nada idealista pesca términos como "deconstrucción", que dejan en éxtasis a nuestros senadores mientras degustan su pastel de lengua de alondra y mientras la televisión habla no ya de un artista de los pucheros, sino del nuevo Picasso, la nueva vanguardia y el arte más allá o después del arte.

Artesiaga. Digerir la historia


Gerónimo de Ustariz

E
L 16 de mayo de 2009 se inauguró en la carretera que va de Irurita a Eugi, en el puerto de Artesiaga, una escultura en homenaje a los presos antifacistas que construyeron entre 1939 y 1941 esta carretera. El homenaje fue organizado por el Ayuntamiento de Baztan, el pueblo de Irurita, la asociación Memoriaren Bideak y el instituto Gerónimo de Uztariz. El día 17 de mayo, tras sufrir un ataque, el monumento amanecía con serios desperfectos, lleno de pintadas y otros rastros de vandalismo.

Una parte de la Navarra del alzamiento no ha digerido la historia. De cuando en cuando los gases provocados por esa digestión obstruida e inacabada estallan violentamente llenando el aire de pestilencia. Otras veces sus nocivos efectos son silenciosos y casi imperceptibles. Pero lo uno no puede entenderse sin lo otro. El origen es el mismo: la secreta seguridad del valor que tuvo la victoria .

Nos lo acaban de recordar un puñado de fascistas: Irebazi giñun eta beti irebeziko (Vencimos y siempre venceremos ) han dejado escrito en el monumento que apenas un día antes habíamos inaugurado en homenaje a quienes sufrieron la represión franquista. Los trabajadores forzados, que abrieron a golpe de pico la carretera NA-1740 de Irurita a Eugi, padeciendo la crueldad de sus verdugos y los rigores extremos de las estaciones, merecían este acto de reparación por parte de la sociedad civil; un homenaje gestado desde abajo, desde asociaciones y ayuntamientos, y patrocinado por el ministerio de la Presidencia. El ataque que sufrió el monumento inaugurado el 16 de mayo de 2009 y las amenazas garabateadas en él constituyen una verdadera apología del terrorismo, y reflejan el odio y la cobardía de los herederos emboscados de aquel régimen de terror.

La fútil notoriedad alcanzada por este grupúsculo, que al menos ha servido para que un medio escrito de amplia tirada se haga eco indirecto y tardío de aquel homenaje, es impotente ante la fuerza de los hechos. Y éstos hace años que han dejado en evidencia la ominosa y cruel inutilidad de aquella sangrienta sublevación. Tras muchos años de celebración de los caídos por Dios y por España , toca ahora reparar tantas décadas de olvido y sufrimiento de las víctimas del franquismo. Quizás así algún día no muy lejano unos y otros podrán formar parte de una común memoria, una memoria documentada que reconozca e identifique el dolor padecido y el dolor causado. Para llegar a eso quienes creyeron, y todavía secretamente creen en una única y verdadera Navarra laureada, deberán terminar su digestión de la historia.

(*) Firman este escrito: José Miguel Lana Berasain, José Miguel Gastón Aguas, Fernando Mendiola Gonzalo, Joseba De la Torre Campo, Emilio Majuelo Gil, Edurne Beaumont Esandi, Patxi Larrion Galdeano

Publicado en Diario de Noticias

Un artículo del conde de Rodezno


Victor Moreno

E
L viajero que visite Villafranca, la antigua Alesués, se encontrará con la sorpresa, lo de agradable o desagradable irá por barrios ideológicos, de que no exista ninguna calle dedicada a guardar la memoria de Tomás Domínguez Arévalo, conde de Rodezno, nacido en Madrid el 26 de septiembre 1882. Durante el franquismo la tuvo, pero en cuanto llegó la democracia el Ayuntamiento decidió borrarla.

La verdad es que el nombre de Domínguez Arévalo -en Villafranca siempre se le conoció por el conde -, no despierta ningún tipo de admiración, sino todo lo contrario. En parte, porque uno de sus antepasados se apropió de un soto -el soto robado todavía se llama- por métodos nada compatibles con el derecho y la justicia. La verdad es que gran culpa de aquel desaguisado lo tuvo aquel Ayuntamiento decimonónico que bailaba al compás de un antepasado del conde y del caciquisimo reinante.

En el caso que nos ocupa, Domínguez Arévalo se distinguió a lo largo de su andadura política como un tránsfuga, intentando estar siempre donde mejor tajada podría sacar.

Como su padre, Domínguez Romera, fue tradicionalista. Amapola o carlistón que decían en el pueblo. Sin embargo, sus convicciones carlistas languidecieron de forma fulminante tras el levantamiento militar en 1936. En 1937, aceptaría el decreto de Unificación, siendo por ello expulsado del carlismo. Más tarde, formaría parte del club de los instigadores que apoyaban a don Juan de Borbón y Battenberg, contubernio que acabaría en el Acto de Estoril de 1957. Menos mal que para estas fechas el conde ya había muerto (1-8-1952), si no, no sabemos a quién hubiera apoyado en años posteriores dada su facilidad para el compadreo político.

A pesar de su arribismo político, cabe indicar que en todo momento fue fiel a una ideología cavernaria, ultramontana y digna de figurar en lo más granado del franquismo español, sin olvidar que dicha denominación era sinónima de fascismo español. Porque conviene decirlo claramente. Domínguez Arévalo fue fascista de una sola pieza. Se declaró así desde que tuvo uso de razón política manifestándose contra el sufragio universal, contra la democracia y contra el sistema parlamentario. En ningún momento condenó a Hitler, a Mussolini y, por supuesto, a Franco, del que fue estrecho colaborador en los primeros años de la Guerra Civil.

Una muestra depurada de su pensamiento político -además de su obra ensayística y, sobre todo, su diario, quintaesencia de ese pensamiento fascista al que aludo-, podemos verla reflejada nítidamente en el artículo que escribió y publicó en Diario de Navarra durante las elecciones municipales de 1931. Constituye una declaración de principios políticos de un militante fascista.

Desde el primer momento, muestra una desconfianza absoluta a que "funcione ese mecanismo electoral por el procedimiento del sufragio llamado universal". Cabe señalar que el conde no se encontraba solo en este repudio del sufragio universal. Toda la familia de los carlistas -tanto los agrupados enEl Pensamiento Navarro como los de La Tradición Navarra -, y los llamados conservaduros de Diario de Navarra participaban de esa repugnancia esencial. Un asco al sistema democrático que no les abandonaría nunca. Luego, cuando llegue la Constitución de 1978, asegurarán que fueron demócratas de toda la vida.

Con más claridad conceptual añade: "Quienes, como nosotros, somos sustantivamente antiparlamentarios y no podemos sentir más que despectiva desafección al sistema electoral vigente". Paradójicamente, en lugar de abstenerse, participarán en las elecciones, no sin antes añadir demagógicamente: "Ni el sistema deja de ser absurdo, ni el Parlamento nuevo será representación de nada; de nada vivo en la sociedad, en la realidad nacional. Frente al desafinado imperio de la mayoría como fuente de legitimidad, frente a la ficción de un poder legislativo sin independencia, gregariamente sometido al gobierno, nosotros mantenemos siempre nuestra protesta, nuestra clara adhesión a los claros principios del derecho público tradicionalista".

Y no se piense mal. Porque, como asegura el politólogo Rodezno, esto ocurre en todas partes donde se ha implantado dicho sistema democrático. Más aún. La democracia es absurda en Navarra, en España, en Londres, en Berlín y en París. La democracia es contraria a la naturaleza humana. Sólo le faltó decir que lo de los griegos fue un sistema contra natura. Dice así: "Lo que se obtiene por el sufragio inorgánico y general es absurdo en todas partes, más absurdo aquí por notoria incapacidad. El Parlamento será estéril, sin duda, como todos los parlamentos que lo han precedido, que más han obstaculizado que propugnado el fomento y la prosperidad nacional".

En el caso de Navarra la cosa resulta gravísima, porque Navarra nunca ha aceptado dicho sistema. Le ha venido impuesto. "A Navarra se le ha impuesto el sistema de elección que los gobiernos han determinado en cada momento para toda España". Así que la conclusión no puede ser otra: ¿Cómo los tradicionalistas navarros vamos a consagrar como legítimo un sistema que, además de pugnar con nuestra doctrina, no ha sido adoptado nunca por la expresión del sentir navarro, ni practicado por Navarra cuando ésta era más dueña de sus destinos? Hay que ser lógicos. Pero, en definitiva, el episodio tiene poca transcendencia". (Tomás Domínguez Arévalo, Diario de Navarra , elecciones municipales de 1931).

Se deducirá enseguida que con estas apreciaciones tan democráticas y tan respetuosas con el pluralismo político, el conde Rodezno tuviera muy pocos escrúpulos para participar y sumarse al golpe militar y ponerse a las órdenes de Mola. Era el correlato de su pensamiento político. Estaba destinado a ser compañero de viaje de golpistas.

En 1938, en plena Guerra Civil, Franco lo nombraría ministro de Justicia. Como tal, derogó la legislación de la II República. Modificó el Código Penal, reintegrando en sus puestos a los antiguos jueces. Y, sobre todo, firmó unas 50.000 penas de muerte. Cesó en el cargo de 1939.

En su pueblo , Villafranca, sus correligionarios asesinaron a 39 personas desde julio a diciembre de 1936. En ningún momento tuvo el conde un gesto para evitarlas. Muchos familiares de asesinados lo recuerdan todavía, pues en el pueblo siempre quedó la agria y cruel sensación de que los asesinatos perpetrados estuvieron bendecidos, incluso alentados, por el propio Rodezno. Lamentablemente, no disponemos de documento alguno donde aparezca su nombre firmando estas sentencias.

Después de lo dicho, ni como Tomás Domínguez Arévalo ni como conde de Rodezno tiene dignidad alguna el personaje para tener una calle para recordar su memoria, ni tenerlo como hijo predilecto, amado y toda esa mermelada sentimental que se dice en estos casos

La memoria de sus hechos y de sus ideas son detritus. Huelen fatal.

Publicado en Diario de Noticias

Cuando te duele, chillas


Juan Kruz Lakasta

en España hay ya más de cuatro millones de parados. Los ERE son el pan nuestro de cada día y los gobiernos los aceptan sin oponer objeción alguna. La caída del PIB en España es similar a la del resto de países de la Unión Europea, pero la destrucción de empleo es muchísimo mayor. Uno de cada cuatro nuevos parados de la UE es español. Los trabajadores son los paganos de la crisis generada por la avaricia ilimitada de otros. En esta tesitura, el Gobierno central ha puesto a disposición de la banca 230.000 millones de euros, con un interés cercano al 3%. Los bancos y cajas lo están prestando a más del 8%. Usura en tiempos de crisis a cuenta del dinero de todos. Fondos públicos para unos de los culpables de la debacle económica sin ningún tipo de contraprestación, exigencia, control. Ayudas para la compra de coches. Recortes a futuro en las exenciones fiscales por la adquisición de vivienda que buscan reavivar el mercado inmobiliario a corto plazo. No refundan el capitalismo, lo parchean chapuceramente. Neoliberalismo recauchutado. Evidentemente, el que en esta coyuntura los sindicatos CCOO y UGT no convoquen una huelga general obedece única y exclusivamente a razones sindicales ligadas a la defensa de los intereses de los trabajadores. No tiene nada que ver con quién gobierna, cómo concierta, qué reparte. Y una mierda -perdón por la ordinariez, pero me ha salido de las entrañas... como es natural, tratándose de heces-. Si la decisión de convocar huelga era política, la de no convocarla lo era todavía más. Hubiera preferido una huelga general menos centrada en la situación de la CAV y más preocupada con los trabajadores más desfavorecidos, los grandes olvidados del sindicalismo actual: inmigrantes sin papeles, asalariadas sin contrato, autónomos. Hubiera preferido una huelga general basada en la unidad sindical, tan difícil de conseguir en Navarra habida cuenta de que UGT y CCOO son conniventes con -y desvergonzados beneficiarios económicos de- la exclusión sistemática que el Gobierno foral perpetra con los sindicatos convocantes dela huelga -representantes del 40% de los trabajadores navarros-. Hubiera preferido una huelga general mayoritaria y efectiva. Pero aun sabiendo que no lo era, hice huelga. Que nadie diga que no tenía sentido. Cuando estás triste, lloras. Cuando te duele, chillas. Y cuando las cosas para los trabajadores están tan jodidas como están ahora, vas a la huelga general.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Regionalistas pata negra


Juan Kruz Lakasta

circula por Internet la impagable fotografía aparecida ayer en la prensa foral: Sanz, Corpas, Barcina y Sanzberro arremolinados en torno a un puesto de jamón ibérico. El recomendable blog Langostinos y lentejas remarca en torno a esa imagen un detalle turbador: el congreso gastronómico que estos días se celebra en Baluarte se llama Navarra Gourmet, vive las verduras . Su objetivo último es promocionar los productos de la huerta navarra. A no ser que los jamones provengan de cerdos ibéricos alimentados a base de pimientos del piquillo, alcachofas de Tudela y espárragos de Navarra, no parece que la actuación de los mandatarios regionalistas case muy bien con el espíritu del evento. Me recuerda un sucedido acaecido en la Bodeguica San Martín hace más de diez años. Fuimos a cenar con la cuadrilla. El camarero nos cantó el menú, consistente en huevos fritos con patatas y lomo, jamón, txistorra o ajoarriero. Un amigo vegetariano le preguntó a ver si tenían ensalada. "Tenemos caracoles, que se alimentan de lechuga", respondió inmutable, sin dejar claro si lo decía en broma o en serio. Pamplona era así. El regionalismo navarro es así. Volviendo a la imagen, también casa con dificultad, incluso cohabitaría en concubinato difícilmente, con la imagen de austeridad que se supone deben ofrecer los gobernantes en tiempos de crisis. Me voy a poner un poco demagógico: mientras los trabajadores de Logex están en huelga de hambre en defensa de sus puestos de trabajo, Sanz aparece en los papeles comiendo jamón ibérico a dos carrillos -los otros tres están a punto de hacerlo, pero todavía no han comenzado-. Le comento la jugada al inverosímil pamplonés Fermín Huarte y me dice que se me escapa un detalle importante: la imagen refleja la habilidad de Sanz para conectar con la idiosincrasia del navarro medio. El navarro medio se arremolina ansioso ante cualquier puesto que le ofrezca la posibilidad de comer gratis y, tirando de codos, se hace con un trozo de jamón, de relleno o de lo que toque, a la velocidad del rayo, por lo que nada más ver la imagen se habrá sentido identificado con el prejubilado presidente foral. Al hilo de todo esto, Fermín me cuenta algo que yo catalogaría de leyenda urbana pero que él afirma es "más cierto que el evangelio": todos los años mueren numerosos navarros en bufés libres de hoteles de todo el mundo, tras haber comido literalmente hasta reventar, incapaces de dejar de ingerir comida gratis. El hecho no trasciende a los medios porque el influyente sector turístico navarro lo impide para que no perjudique el negocio. Fermín tendrá razón, como siempre, pero dudo mucho de que el navarro medio frecuente bufés libres de jamón ibérico.

martes, 19 de mayo de 2009

Censura y autocensura

Aingeru Epaltza

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a censura tapa bocas. Impone silencio. Pero a veces al censor le sale el tiro por la culata y acaba poniendo altavoz a lo que quería acallar. Ocurrió la semana pasada, con la pitada al Rey y al himno nacional en el partido de final de Copa. Un vulgar acto de manipulación televisiva hizo que los ecos de un abucheo esperado y asumido llegaran a donde nunca se pensó. En el último franquismo y los primeros años de la Transición la censura contribuyó al éxito de productos mediáticos, literarios o cinematográficos de difusión limitada en circunstancias normales. Han pasado no pocos años, pero el poder sigue aplicándola. En Pamplona y Barañáin, todavía colea la prohibición de UPN a la compra de Berria y Gara en las bibliotecas públicas. Qué solos hemos dejado a unos ejemplares y profesionales bibliotecarios en la oposición a una decisión que atenta contra el pluralismo y la libre circulación de las ideas. Aunque de forma más sutil que en el franquismo, la censura sigue vigente. Y no digamos la autocensura, esa castración de la mente que provoca el temor a desagradar al que manda. En nuestra feliz comunidad, el fenómeno está al orden del día. Pocos días atrás se celebró en el Baluarte el concierto homenaje al que fuera fundador y primer director de la Coral de Cámara de Pamplona, Luis Morondo, en el centenario de su nacimiento. El programa del acto incluía la composición Gure herriko abestitxoak , conjunto de canciones populares vascas armonizadas por el propio Morondo, a las que este puentesino de pro que firmaba sus obras con el seudónimo Gares'tar Koldo daba colofón con una composición propia titulada Gora Euskalerria . Una decisión de última hora tomada cuando la Coral estaba ya en el escenario privó al público y a las autoridades presentes de escuchar esa parte final, fiel reflejo del pensamiento y la obra del homenajeado. Hay miedos insalvables. Aquí y ahora, vasquear se paga caro.

La democracia como constante aspiración


Concejales de Iruñea

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ODOS y todas quienes firmamos este escrito somos o hemos sido concejales del Ayuntamiento de Pamplona-Iruñea. Hemos tenido y tenemos el honor de defender los intereses de nuestros convecinos de la ciudad de Pamplona-Iruñea, y la crucial misión de fortalecer la democracia y los valores democráticos en nuestra ciudad. Algunos de nosotros, incluso durante los últimos años del régimen franquista, luchamos desde la Casa Consistorial para contribuir al advenimiento de la democracia, otros tuvimos que trabajar duro para la consolidación del Estado democrático tras las primeras elecciones, y los más actuales nos hemos batido y nos batimos a diario para procurar el mayor reforzamiento posible de los valores democráticos, desde la pluralidad política que supone haber representado a la ciudadanía pamplonesa bajo el prisma de diferentes siglas políticas.

Quienes suscribimos este escrito tenemos la firme convicción que los valores democráticos deben ser los valores supremos en nuestra sociedad. Conseguir un régimen de gobierno democrático, aún con sus importantes carencias, ha costado mucho esfuerzo y mucho trabajo político a lo largo de años, durante los cuales siempre ha acechado la sombra del anterior régimen dictatorial que durante 40 ominosos años hurtó la libertad al pueblo.

Entendemos que para la consolidación de la democracia constituye una cuestión fundamental la supresión de todos aquellos vestigios que son o han sido conmemoración o símbolo del anterior régimen dictatorial, y que aún perduran como un recordatorio de una de las épocas más terribles de la historia de Pamplona. Por eso, los abajo firmantes abogamos por la eliminación de toda la simbología del régimen franquista de todos los lugares públicos de Pamplona-Iruñea, en cumplimiento de la Ley Foral de Símbolos de Navarra, así como de la Ley de Memoria Histórica.

Así, en el sentido de lo anterior, consideramos que debe retirarse la denominación de conde de Rodezno de la plaza que actualmente se denomina de tal manera, así como de la sala de exposiciones de igual denominación, porque su mantenimiento en una plaza de nuestra ciudad, no hace sino perpetuar la memoria y el reconocimiento de quienes, por el papel que desempeñaron durante el régimen franquista, impidieron la democracia en nuestra ciudad y anularon los valores que la sustentan en Pamplona-Iruñea. Y opinamos además que el mantenimiento del nombre de conde de Rodezno supone una vulneración de la legislación mencionada, legislación que debe ser cumplida en su integridad y no mediante la búsqueda de subterfugios y ardides llamados a eludir la intencionalidad contenida en el espíritu tanto de la Ley Foral de Símbolos de Navarra como de la Ley de Memoria Histórica.

La ciudad de Pamplona-Iruñea no puede perder de vista el horizonte de la democracia. No puede perder de vista los valores democráticos tras los cuales subyace el reconocimiento de la pluralidad política, el entendimiento entre diferentes y el respeto a la voluntad mayoritaria de la representación legítima de la ciudadanía. Por esa razón, y dicho sea esto desde el más absoluto de los respetos hacia una institución de la que hemos formado y formamos parte, consideramos que la ciudad de Pamplona-Iruñea debe recuperar la dignidad democrática que un régimen dictatorial absolutista eliminó, suprimiendo cualquier vestigio de enaltecimiento de dicho régimen, en símbolos que aún perduran en nuestra ciudad.

Muchas mujeres y hombres lo dieron todo para la consecución de los valores democráticos también en nuestra ciudad. Sin embargo, la democracia debe ser mucho más que una forma de gobierno: debe ser la constante aspiración de todos y todas. Por eso, es preciso que nuestro Ayuntamiento camine hacia una mayor profundización de sus fundamentos para contribuir a engrandecer y no perder posiciones en aquello que tanto nos ha costado conseguir y, sin embargo, se puede perder tan fácilmente.

(*) Firman este escrito: Miguel Ángel Muez (ex concejal antifranquista); Jacinto Martínez Alegría (ex concejal antifranquista); Javier Erice, alcalde (febrero 1976-octubre 1976) y concejal (1991-1995) IU; Julián Balduz, alcalde (1979-1983) (1983-1987) PSN/PSOE; Bernabé Álvarez (1979-1983) (1983-1987) PSN/PSOE; Pedro Istúriz (1979-1983) PNV; Julio Oteiza (1979-1983) (1979-1987) PNV; Jesús Mari Andión (1979-1983) HB; Iosu Osteriz (1979-1983) HB; Patxi Zabaleta (1979-1983) (1987-1991) HB (1999-2001) EH; Camino Oslé (1979-1983) (1983-1987) PSN/PSOE; Gaudencio Remón (1983-1987) PSN/PSOE; Sagrario Aleman (1983-1987) HB; Javier Ayesa (1987-1991) (1991-1995) (2003-2007) EA (2007-) Nafarroa Bai; Miren Egaña (1991-1995) HB; Vicente Tanco (1991-1995) PSN/PSOE; Javier Linto (1991-1995) PSN/PSOE; Tere González (1999-2003) EH/Batzarre; Helena Berruezo (1999-2003) PSN/PSOE; Idoia Saralegui (1999-2003) y (2003-2007) IU; Xanti Begiristain (2003-2007) Aralar; Javier Eskubi (2003-2007) Aralar; Francisco Calvo (2003-2007) PSN/PSOE; José Antonio Mancho (2003-2007) IU; Pedro Esparza (2003-2007) IU; Ainhoa Aznarez (2003-2007) PSN/PSOE; Lurdes Aldabe (2003-2007) PSN/PSOE; Uxue Barkos (2007-...) Nafarroa Bai; Isabel Aramburu (2007-...) Nafarroa Bai; Itziar Gomez (2007-...) Nafarroa Bai; Iñaki Cabases (2003-2007) EA (2007-...) Nafarroa Bai; Txema Mauleón (2007-...) Nafarroa Bai; Aritz Romeo (2007-...) Nafarroa Bai; Rosana Navarro (2007-...) Nafarroa Bai

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El Gobierno del PSE-EE y el fin de la Transición

Francisco Letamendia

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A Comunidad Autónoma Vasca y la Foral son cuestión de Estado cuyos intereses pasan por encima de los de cualquier partido. El veto en Navarra a la coalición con Nafarroa Bai, y la alianza en la CAPV del PP-PSOE son expresión de una misma estrategia, apoyada en la sombra por la Corona, el Ejército y un aparato de Estado no depurado y jaleada por los medios de comunicación. Para éstos, decir la verdad del barquero de que este Gobierno es fruto de la expulsión antidemocrática de un sector de la población vasca es ser cómplice del terrorismo. Patxi López es ensalzado como campeón de España por los mismos medios que ridiculizan e insultan a los representantes nacionalistas.

El PSOE, por su parte, ha dado por cerrado con el relevo del Gobierno Vasco la configuración del Estado de las Autonomías y, con ella, la transición democrática (¿quiere ello decir que los gobiernos autonómicos nacionalistas no fueron democráticos?) en el País Vasco y en España. El documento de Santillana de 2003 parecía abrir una fase de reforzamiento de los autogobiernos, lo que indujo a confusión a muchos -yo entre ellos- sobre la voluntad de Zapatero de solucionar en profundidad el conflicto vasco.

El cepillado del Estatut catalán debiera haber sembrado la sospecha sobre sus intenciones. Tras las reformas de los estatutos de Andalucía, la Comunidad Valenciana y Cataluña, entre otras, y el rechazo sin contemplaciones del nuevo estatuto aprobado mayoritariamente por el Parlamento Vasco, se dio por concluido el proceso. Quedó al margen de las reformas un cierto número de comunidades. La desaparición de ese tema del discurso de investidura de Patxi López incluye a la CAPV en ese pelotón de los torpes.

Esta lógica ha hecho posible la alianza PP-PSOE. ¿Beneficia ello al PSOE como partido? Puede dudarse. Ha perdido en Madrid el valioso aliado que era hasta ahora el PNV y ha despertado muchos recelos entre los restantes aliados. Por otra parte, los problemas de un gobierno hiperminoritario y enfrentado a una profunda recesión económica van a ser enormes, por mucha cobertura que le ofrezcan los medios. Los populares, sin responsabilidades de gobierno y dedicados en exclusiva al control de las políticas lingüísticas, simbólicas y antiterroristas, contemplarán con delicia el desgaste de su supuesto aliado.

Es en el terreno interno del PSE-EE donde la dinámica de Patxi López presenta un saldo más positivo. Ha conseguido cerrar los frentes internos de partido: de la diferencia entre las dos almas, la descentralizadora y la centralista, no queda ya ni rastro. El equipo López-Ares que arrebató a Nicolás Redondo hijo las riendas del partido tras la derrota de 2001 no le hacía ascos en realidad a la alianza con el PP, sino a su posición subordinada en el acuerdo. La identificación con el equipo de Zapatero ha sido un proceso más fácil, dada la ausencia de autonomía del socialismo vasco respecto del español, como sí existe en cambio en el socialismo catalán. Esta homogeneidad tenderá a crecer a corto plazo, pues la victoria que supone el acceso al poder tiene siempre muchas novias.

A medio plazo, sin embargo, el futuro es incierto. La recesión no ha tocado aún fondo, y mientras que un gobierno nacionalista siempre puede alegar que carece de los instrumentos de política monetaria, fiscal y presupuestaria necesarios para enfrentarse a ella, en manos del Estado, tal argumento no es de recibo en boca de un gobierno autonómico sin solución de continuidad con el de Madrid.

¿Es este gobierno la única fórmula que el PSE-EE tenía en mente? Aunque venía preparándose para ella desde la Ley de Partidos de 2002, no lo creo. Caso de no alcanzar la mayoría necesaria con el PP, contemplaba alternativamente la solución de la alianza (subordinada) con el PNV; de ahí la ambigüedad de su campaña electoral. Pero para eso hacía falta contrarrestar la más que probable apuesta de Ibarretxe por la continuidad del anterior tripartito. Lo que nos lleva al cuarto eje, el de sus relaciones con la familia de los nacionalismos vascos.

PSOE/PSE tienen su concepción sobre los nacionalismos vascos deseables: un Partido Nacionalista Vasco a la Imaz, sin pulsión soberanista, y una izquierda aber-tzale sin violencia y transferida toda ella a Aralar, o aralarizada . Pero las políticas partidarias tendentes a adecuar a otros partidos a las conveniencias del rival suelen producir siempre los efectos contrarios.

Ibarretxe se ha retirado de la política. Su estrategia no tenía sentido si no se impulsaba desde el poder autonómico y con un partido apoyándola sin fisuras. Pero el PNV, partido ganador de estas elecciones, engañado y marginado aquí y vejado por la España de siempre, no sólo no va a representar el papel que se le había asignado, sino que va a poner en juego su mayor penetración en la sociedad civil y su implantación territorial para hacer evidente la inviabilidad de la fórmula Patxi López. Aralar no está jugando tampoco el papel de comparsa complaciente que le atribuía la estrategia del PSE-EE. De hecho, los elogios de medios y partidos están empezando a dar paso a unas críticas que, sin duda, irán a más.

En cuanto a la izquierda aber-tzale troncal, ¿es sostenible una política drástica de expulsión y criminalización a la kurda? Eso afirma el PP, y ésa parece ser la tónica de los discursos socialistas oficiales. Pero los salpican comentarios discordantes que dicen que el escenario podría cambiar de aquí a las elecciones municipales, o que valdría la pena arriesgarse si fuera necesario.

Esta izquierda abertzale apuesta actualmente por el desarrollo de un polo soberanista, y sabe que los objetivos de ETA sólo son alcanzables paradójicamente sin ETA. Si su fin se convierte una vez más en un elemento de negociación política con los socialistas, éstos pondrán como techo de todo acuerdo que el País Vasco sea una pieza encajada en su concepción del Estado de las Autonomías, por lo que las negociaciones fracasarán de nuevo. El polo soberanista tiene que funcionar sin violencia, pero ignorando este techo. Tendrá que haber contactos, sí, pero de tipo técnico, para que el fin de ETA se traduzca en la relegalización de organizaciones y en la apertura del proceso de liberación de los presos. Tal vez sea éste, por otra parte, el terreno más viable para un acuerdo con los socialistas.

Publicado en Diario de Noticias

lunes, 18 de mayo de 2009

Aplícate, Yolanda

Javier Aizkorbe

Como se dice en el argot estudiantil, que tan bien conoces, te toca hincar los codos. Porque una cosa es ser alcaldesa de Iruña y otra ser la Presidenta de Navarra, aunque esto está por ver. Imagino que cuando accediste a la alcaldía metiste muchas horas para aprender qué era eso del Voto de las cinco llagas o cuándo llegó el agua a la capital, que San Fermín no era patrono de Pamplona como creías, que no es lo mismo un cabezudo que un kiliki como también creías, que el Privilegio de la Unión no era algo prohibido por el Opus y que San Saturnino era algo más que Don Saturnino de la calle Navarro Villoslada. Supongo que en tu mesilla no faltaban las obras completas de José Joaquín Arazuri que leías con prisas. Te tuvieron que contar que por el paseo de Sarasate pasó el tranvía, que Paulina Fernández - la churrera - era más popular que el Conde de Rodezno o que la Mariblanca no era una vecina distinguida; aunque supongo que todavía no sabes quiénes fueron Pantierno, Hojalata, Maxi la cutera, Uve o Eliseo, ni dónde se ubicaba la Casa de Socorro, ni el gori que se armó cuando se fue a construir el Hotel Tres Reyes, ni lo que supusieron a la mojigata Pamplona los Encuentros de 1972, ni el significado de par por San Gregorio, non por San Antón porque nunca has estado recibiendo al Ángel.

Ahora la cosa se complica. No es lo mismo la capital que el reino. Ahora puede que te sea más fácil el patinazo. Ya puedes esmerarte, Yolanda, porque te espera mucho por aprender lo que no sabes. Pero no es tu culpa, no lo mamaste. ¿A quiénes llamamos sopicones? ¿Quién era el Sr. Tomás? ¿El Monasterio de Tulebras tiene museo? ¿Qué diferencia una robada grande de una pequeña? ¿Qué se disputan Arellano y Villatuerta? ¿De qué Ayuntamiento es la localidad de Alli? ¿Burguete pertenece a la Merindad de Sangüesa o a la de Aoiz? Por cierto, ¿quién se cepilló las Merindades?

Pero podría haber sido peor. No tienes ni que decir que vas a estudiar euskera -como dijo el anterior arzobispo, de infausto recuerdo -: ni los tuyos ni los otros quieren que lo intentes. ¿Ves cómo la cosa se suaviza? Ni tienes por qué perder tiempo en saber cuándo se celebra el Baztandarren Biltzarra porque nunca irás, ni verás los abetos de Leitzalarrea, ni sabrás si se cultivan kiwis en Navarra, ni probarás un queso con cuajo natural si no te lo sirven en el Alhambra o en el Josetxo. No tienes que aprender a bailar el Baile de la Era ni estremecerte ante el lema Pro libertate patria gens libera state , ni nunca irás de romería a San Quirico como nunca hubieses participado en la Gamazada. Pero no te inquietes. No te hace falta perder tu precioso tiempo en una buena parte de Navarra; no te interesa, no te sería rentable. Yolanda, dedícate sólo a la otra Navarra, la que te interesa, la que visitarías, a los ayuntamientos que te pondrían el pañuelico en fiestas, a los pueblos en los que cortarías cintas de inauguraciones. Entérate de cómo se hace un buen calderete, apréndete alguna jota - no sé voz, pero pico tienes un rato - y no te preocupes si no te gusta el talo ni si tu garganta es incapaz de emitir un irrintzi.

Llevas mucho tiempo encerrada en las murallas de Pamplona; en realidad, no has salido a extramuros. Te queda mucho por aprender. ¡Aplícate, Yolanda!

Elogio de la ignorancia


Martin Garitano

Hay personajes en la política vasca que, si no existieran, habría que inventarlos. Son los que ponen negro sobre blanco las verdades que otros tratan de maquillar a toda costa. Gentes sin complejos, con la sinceridad de los niños, que no entienden de circunloquios ni admiten medias tintas en el discurso público. Jaime Mayor Oreja es uno de ellos.

Franquista de tomo y lomo no denigra su complicidad con la tiranía que duró cuatro décadas y asesinó a decenas de miles de personas. Lejos de esconderse, habló alto y claro al describir el franquismo como aquel tiempo que se vivió con «extraordinaria placidez». En su caso, no mentía ni exageraba.

Tampoco ha disimulado nunca su fobia hacia la lengua vasca. El destino del euskara, piensa Jaime, se reduce a la biblioteca de Euskaltzaindia, si es que Euskaltzaindia tiene futuro en el país que imagina.

La cosa, además, le viene de herencia. Ahora ha referido cómo le fue inoculada esta particular fobia: «Mi bisabuelo, amigo de Sabino Arana, prohibió hablar en vasco en casa para que se hablara bien español, para que sus hijos no se encerrasen en el granero».

La sinceridad no está, además, reñida con el reconocimiento de las propias carencias. El bisabuelo de Jaime Mayor Oreja, médico de Ibarrangelua, debía conocer bien las limitaciones de sus vástagos. Los sabía incapaces de hablar con corrección dos lenguas, como quien es incapaz de hacer dos cosas a la vez -como orinar y silbar, por ejemplo- y decidió desterrar el euskara, una lengua primitiva que no permitía el acceso al conocimiento universal.

Jaime Mayor, digno bisnieto, tampoco se preocupó por aprenderlo. Menos aún que sus hijos lo hicieran. Además, en los tiempos de la extraordinaria placidez no era mérito que el Régimen reconociese.

Hoy, Jaime Mayor Oreja habla castellano con corrección y se muestra orgulloso de su ignorancia en la lengua de la tierra que le vio nacer y que tanto dice amar.

El elogio de la ignorancia fluye con naturalidad en el discurso de Jaime. En castellano, por supuesto. Tal vez desconozca que otros muchos bisabuelos transmitieron a sus descendientes la lengua propia y que hoy hablamos por lo menos dos idiomas. Y con corrección, claro. Jaime, no. Su bisabuelo sabía lo que se hacía.

Publicado en Gara

domingo, 17 de mayo de 2009

Txuunta, txuunta, tatxuntatatxuntataxuntataxunn... Fíííu, Fíííu


Fede de los Ríos

Comenzó el himno, «¡Viva España!/ alzad los brazos/ hijos del pueblo español/ que vuelve a resurgir...». Y los pretendidos hijos resurgieron esta vez huerfanicos profiriendo silbas y abucheos dirigidos al himno y a la presencia de los Borbones. Esto ocurría en el espacio de lo real al tiempo que el virtual, producido por la Televisión Española, enmudecía como por ensalmo. Es la democracia a la española, una realidad ilusoria. Una pretendida ópera bufa sin gracia.

Los únicos que alzaron sus brazos fueron los monarcas. Él, el derecho; ella, el izquierdo, al tiempo que agitaban sus manos en ademán de saludar a quienes les silbaban. Sus melifluas sonrisas describían por sí solas la situación. Aquellos que resurgían portando senyeras e ikurriñas no parecían hijos del pueblo español ni su comportamiento era el propio de los súbditos un rey.

En auxilio de sus graciosas majestades, prestos al quite, acudieron los palanganeros oficiales. Por la cuadrilla del PSOE, la flamante vicepresidenta Mª Teresa Fernández apeló al socorrido «no hay que mezclar política y deporte». Qué cinismo gasta la de «Vogue». Sin rubor alguno, afirma que la Corona y el resto de los símbolos nacionales son respetados por todos los españoles. Por el PP, Rajoy, de adelantado mentón, afirma que la gran mayoría de los españoles están con el rey, con España y con el himno nacional. Mayor Oreja, profundamente apenado, dice que ha sido un acto antiespañol y antieuropeo.

Quizás no leyeron una gran pancarta desplegada en el estadio que decía «We are nations of Europe, Good Bye Spain» (somos naciones de Europa, adiós España). Va a resultar que los catalanes y vascos que silbaban a la Corona y al resto de símbolos españoles no es sólo que no se sienten españoles sino que para ellos esa estructura estatal llamada España ha devenido en corsé asfixiante de sus deseos de soberanía. ¿No pueden entender que su obsesiva pesadilla de que España se rompe, que incluso su enfermizo nacionalismo les hace compartir Gobierno, cada vez acrecienta más el que sea un sueño deseado por muchos?

Quédense con su himno -«Gloria a la Patria/ que supo seguir/ sobre el azul del mar/ encaminar del sol»- y con todos los poemas de Pemán; con su monarquía y todos los grandes de España; con su Conferencia Episcopal, la COPE, la Guardia Civil y los niños de San Ildefonso y, sigan cantando «Triunfa España/ los yunques y las ruedas/ cantan al compás/ del himno de la fe» con Manolo el del bombo, la tuna y Cañita Brava; admiren el Valle de los Caídos y el Escorial; diviértanse con cine de barrio viendo a Paco Martínez Soria y con Eurovisión; desfilen el doce de octubre celebrando el día de la raza y excítense con la visión de la cabra y apuestos legionarios. Tatúense el toro de Osborne en la nalga. Veneren o hagan con sus símbolos lo que les pida el cuerpo. Pero entiendan de una vez que hay humanos a los que sus símbolos, lejos de agradar, les producen una sensación que oscila entre la risa y el hastío. Cuando dos no se soportan, lo mejor es separarse civilizadamente.

Publicado en Gara

domingo, 10 de mayo de 2009

Nacionalismo inconsciente


Juan Kruz Lakasta

cON Patxi López -el Obama vasco, en palabras de una comedida y nada hiperbólica periodista de La Razón - se acabaron los frentes. Hasta los borrascosos. No sé si el lector habrá reparado en ello, pero desde que el pasado martes López fue elegido lehendakari en el Parlamento Vasco, por estos lares hace mucho mejor tiempo... Uy, perdón, la manipulación informativa perpetrada durante años por la ETB con su pérfido mapa del tiempo panabertzale ha calado en mí, y me ha llevado a caer en el sinsentido, en el contrafuero de relacionar la meteorología navarra con la de la CAV, cuando cualquier meteorólogo objetivo -esto es, no nacionalista- confirmaría que la climatología navarra posee una identidad propia y diferenciada, que el tiempo que hace en Leitza tiene tanto que ver con el que hace en Berastegi como con el que hace en Conil de la Frontera. Pues eso, que por fin brilla el Sol en la CAV, que por fin hay un lehendakari no nacionalista que gobernará sin obsesiones identitarias para todos los ciudadanos, no gobernará contra nadie, acabará con la imposición en el ámbito de la política lingüística, garantizará la libertad de elección de idioma en la enseñanza. Así las cosas, el prejubilado presidente Sanz ha pedido una reunión con el lehendakari López para "normalizar" las relaciones entre ambas comunidades, pues espera que en adelante sean "más fluidas". A fin de cuentas, si López es el Obama vasco, Sanz es el Obama navarro, y tiene muchas cosas que enseñar desde la atalaya de su condición de experimentado gobernante no nacionalista, apoyado en infinidad de ocasiones en pactos entre UPN y PSN, homologables al alcanzado por PP y PSE. Por ejemplo, le puede explicar a López cómo la zonificación de la Ley del Vascuence deja sin opción de estudiar en euskera a los alumnos de numerosas comarcas navarras. Cómo incluso en localidades en las que la ley garantiza esa opción la Administración pone trabas al modelo D curso sí y curso también -ejemplo palmario de este año, Sarriguren-. Cómo en el presupuesto foral de Política Lingüística es hoy tres veces menor que hace 20 años y no llega al 0,1% de los Presupuestos Generales. Los datos los ofrecía ayer el periodista Alberto Barandiaran en el periódico Berria , único diario generalista editado íntegramente en euskera y desterrado de las bibliotecas públicas de Pamplona. En la página web del recientemente finado Javier Ortiz, sus allegados cuelgan estos días viejas columnas. Una de las seleccionadas se titula Nacionalismo inconsciente , en palabras del propio Ortiz, "el que se vive como si fuese la más natural de las cosas". Recomiendo vivamente su lectura.

Perro y porra, iconos policiales


Fede de los Rios

Leo en un titular de prensa que «policías municipales de Iruñea y policías forales navarros reparten camisetas que incitan a la violencia». Así lo denunciaban indignados, ayer, algunos de los pacíficos y pacificadores concejales de NaBai.

Perplejo ante tamaña atrocidad, adentrándome en la noticia, descubro que las pérfidas y antidemocráticas camisetas llevan una serie de iconos o, como se dice ahora, logotipos: uno es un policía realizando y realizándose en su función social, es decir, blandiendo la porra, uno de sus instrumentos de trabajo, en plena acción. El otro es un boxer, (un perro, no un calzoncillo, lo digo por lo de la camiseta), con casco y visera, en actitud agresiva.

Me quedo más tranquilo y, como no me considero excesivamente mala persona, quiero tranquilizar a los compañeros y compañeras de NaBai, inclusive a los de Batzarre.

La palabra icono, queridos, deriva del griego eikon: imagen. Y, al decir del principal representante de la lógica semiótica, -teoría general de los signos-, Ch. Sanders Peirce, un icono resulta ser un signo que posee la capacidad de representar algo mediante alguna semejanza en cualesquiera de los aspectos de ese algo. Una metáfora y una metonimia, como muy bien han entendido los miembros de las dos similares policías a pesar del diferente color de sus uniformes.

Qué mejor representación de un policía, en este caso la parte por el todo, que la porra en acción. ¿Acaso no han sido denominados durante siglos ministros de la porra los ministros de Interior (eufemismo abstruso donde los haya)? ¿Interior, de dónde? ¿No resulta mucho más clarificador de la porra?

En la comunidad autónoma de al lado, esa que nos quiere anexionar, antaño prometieron las buenas gentes del PNV que la principal función de la policía autóctona sería ayudar a las ancianitas a cruzar la calle. No pasó una semana cuando maestros y tostartekos comprobaron la realidad del icono de la porra. Brazos rotos y cabezas abiertas al intentar cruzar las calles cercanas a Lakua.

El otro icono es el de un perro con casco «antidisturbios». La elección de la imagen les representa como ninguna otra. Franqueza que les honra y, a pesar de ser muchos de ellos fruto de un fracaso escolar, muestra una clara conciencia acerca de la función social que desarrollan. El perro defiende al amo, nunca muerde su mano y cuida el rebaño.

Las clarificadoras camisetas policiales no sólo sirven para aumentar el orgullo del marcial cuerpo que las porta; sirven, además, para intercambiarlas con las otras diferentes pero iguales policías que pueblan de norte a sur la piel de toro. La colección será extensísima, como extensísimos son los diferentes cuerpos de represión y defensa del Estado que la democrática España posee.

Por eso, indignados concejales de NaBai, creo que erráis el juicio criticando las camisetas de afirmación policial, pues muestran una esencia sin aditivos ni accidentes, es decir, su verdadero ser en el sentido aristotélico.

Os empeñáis en vestir al mono de seda. Es inútil, seguirá siendo mono.

Publicado en Gara

sábado, 9 de mayo de 2009

Loca academia de policía foral

Juan Kruz Lakasta

la promoción de policías locales y forales de 2008 termina el curso en la Academia de Seguridad de Beriáin. Varios de los agentes que en adelante formarán parte de esas policías -en teoría- de proximidad sacan una camiseta de recuerdo, en la que aparece la silueta de un antidisturbios con la porra enhiesta dispuesto a repartir borra. Parece ser que a estos muchachos se les queda corta la policía de proximidad y prefieren la del cuerpo a cuerpo. Su vocación de servicio público es innegable: están deseando repartir galletas entre la ciudadanía. Esa flagrante inclinación a la violencia indiscriminada no es óbice ni cortapisa para que se licencien sin problemas. ¿Se trata de un hecho aislado? No. Varios miembros de la Policía Municipal de Pamplona, de esa policía -en teoría- de cara amable, se dedican a sacar camisetas en cuyo pecho se puede ver un perro bulldog enseñando amenazante los colmillos, mientras luce un casco antidisturbios adornado con el ajedrezado característico de la Policía Municipal, todo ello acompañado de la leyenda "PM Pamplona". Parece ser que más que en la policía de cara amable creen en la policía a cara de perro. También parece que están ansiosos por morder la mano que les alimenta, no -claro está- la del jefe de policía, concejal delegada o alcaldesa de turno, sino la del honrado pamplonés que paga sus impuestos y, por lo tanto, sus sueldos. Todos los sindicatos del cuerpo menos Afapna han pedido que se prohíban esas camisetas. La concejal delegada de Seguridad, Ana Elizalde, no lo ha hecho, aduciendo que pertenecen al ámbito privado de los agentes y que no hacen un mal uso del nombre del cuerpo porque las siglas PM pueden querer decir cualquier cosa. Como por ejemplo -esto ya es mío- Policía Montada del Canadá. Dicen que la policía no es tonta. La concejala debería saber que la ciudadanía, tampoco. Resulta evidente que desde el gobierno municipal regionalista se consienten y amparan estos actos de apología de la violencia porque casan bien con su modelo de policía, en palabras del concejal socialista Eduardo Vall -poco sospechoso de radical antisistema-, "sancionador y represivo". Un modelo impuesto por un ex militar a quien le gusta rodearse de este tipo de bravos agentes, y que continúa en su cargo de jefe de Policía Municipal a pesar de que el 21 de diciembre de 2007 el pleno del Ayuntamiento de esta gloriosa ciudad exigió su destitución. El inverosímil pamplonés Fermín Huarte lo tiene claro: "Si lo que quieren es trabajar poco y repartir hostias, que se metan a curas y nos dejen en paz".