Juan Kruz Lakasta
"Herida grave al ser atropellada en un paso de cebra de la carretera de Sarriguren". El titular publicado ayer por este periódico le pasaría desapercibido a la mayoría de los lectores. Merece la pena contar la historia que hay detrás. El accidente ocurrió anteayer por la mañana a la altura del antiguo chalé de Astibia. Mari Carmen Jiménez, de 58 años y residente en Olaz, fue atropellada en un paso de peatones cuando, como todos los días, acudía andando a su trabajo en la calle Yanguas y Miranda. Hacía el trayecto con miedo desde que hace un año, el 18 de abril del 2008, presenció cerca de allí, en esa misma carretera, frente a Taberna, como un coche arrollaba a otro peatón, el pamplonés Antonio Pereira, de 63 años, que murió en el acto. La coincidencia resulta espeluznante. Pero no es fruto de la casualidad. La Asociación de Vecinos Bidezar lleva tiempo denunciando que esa zona es un auténtico punto negro del tráfico pamplonés. Sus miembros se han puesto en contacto con el Ayuntamiento en un sinfín de ocasiones. Le han exigido que ponga semáforos con botón para poder cruzar con seguridad. Han conseguido que los coloquen. Pero no que los activen. O están en ámbar o están apagados. Llevan meses así. En enero, la Policía Municipal dio a conocer que la carretera de Sarriguren, la PA33, es el lugar de Pamplona donde los coches circulan a mayor velocidad. Al hilo de ese dato, la Asociación de Vecinos denunció en su blog de nabarreria.com la demora en la activación de los semáforos, mediante un texto cuyo titular a la postre ha resultado tristemente premonitorio: "¿Está aguardando el Ayuntamiento de Iruñea a que se produzca otro atropello?". Va a ser que sí. Cabe hacerse otra pregunta: ¿Por qué el Consistorio no ha activado los semáforos durante todo este tiempo?. También cabe responderla: porque no quiere que haya retenciones en esa importante vía que une Monjardín, Lezkairu, el Seminario con Sarriguren, Huarte, Gorraiz. Se da prioridad al coche sobre el peatón. Esa prioridad ha herido gravemente a Mari Carmen Jiménez y mató a Antonio Pereira, ciudadanos con nombres, apellidos, familias, amigos. Conviene remarcarlo, para que no veamos pasar ciertos titulares como las vacas miran pasar al tren. Si no pone bicicleta en el titular, no hay alarma social. Así nos va.
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