¿Dos años y medio de cárcel por una sentada pacífica?

F.L. Chivite

P

or lo que sé, ésa va a ser la petición del fiscal. El juicio es mañana. Recordarán los hechos: dos jóvenes se encadenaron a un bidón de cemento. Eso fue en el cruce de Telefónica, en marzo de 2007. Unos cincuenta más se sentaron a su alrededor como una forma de acción no violenta. Trataban de interrumpir el tráfico en protesta por la demolición del gaztetxe del antiguo Euskal jai y reivindicando la construcción de ese tipo de espacios. Vale, detuvieron a 12 y ahora es el juicio. Se trata de pacifistas, antimilitaristas, esa clase de gente, ya saben. Esos que ponen en práctica los viejos métodos de la No violencia y la Desobediencia civil: manifestaciones pacíficas, sentadas, encadenarse a sitios utilizando el propio cuerpo como herramienta de bloqueo, jugándose a menudo la integridad física. Estrategias inventadas por tipos peligrosos, como Gandhi, Luther King, etc. En fin. La sociedad humana siempre ha entendido mejor la violencia que la no-violencia. Es como si el pacifismo resultara difícil de creer. Y por tanto, sospechoso. Y por tanto, doblemente irritante. Los violentos se suelen poner muy nerviosos ante una acción pacifista. Esplendores y miserias de la naturaleza humana. Miren, por el contrario, lo ocurrido en Pozuelo: 4 horas de violencia desmesurada, según algunos medios. Ataques a vehículos y mobiliario urbano. Coches policiales ardiendo. Intento de asaltar la comisaría por la fuerza. Todo tipo de atentados contra la autoridad, 10 policías heridos, 2 de ellos graves. 20 detenidos: 13 adultos y 7 menores. A los menores, les han castigado tres meses sin ir a fiestas. Veremos cual es la petición del fiscal para los mayores de edad. Uno debe ser nieto de un marqués y tal. La justicia siempre queda un poco en evidencia cuando salen a la luz los inevitables agravios comparativos. A veces cuesta mucho entender por qué se utilizan diferentes varas de medir según el aspecto y la procedencia de los acusados. Aunque, en realidad, si lo piensas bien, lo entiendes en seguida, claro.

Publicado en Diario de Navarra