La flamante presidenta de UPN ha decidido dárselas de juez, en vez de parte. Con esa actitud tan suya, se ha puesto a decretar quién es demócrata y quién no lo es en nuestra Comunidad Foral.
Esto empieza a parecer una obsesión de la derecha. Cada cierto tiempo, se ponen a expedir carnets de demócratas en la sede de UPN, siempre según sus parámetros. Nosotros, IU, por ejemplo, tenemos un bajo talante democrático . O eso, al menos, es lo que dijo Miguel Sanz y le secunda Yolanda Barcina. Y si no fuera porque éste es un tema muy serio, me daría por pensar que, al menos por esta vez, la famosa bicefalia de UPN se ha puesto de acuerdo. Que casi hasta les hemos hecho un favor. Es evidente que, en muchas ocasiones, su concepción de la democracia es radicalmente diferente a la nuestra: nosotros creemos en la participación ciudadana, en el pluralismo político, condenamos el uso de la violencia aquí, en Irak y en Afganistán, defendemos los Derechos Humanos en todo el planeta, apoyamos los preceptos constitucionales y nos empeñamos en recuperar la memoria democrática de un país que sucumbió durante 40 años al horror de la dictadura franquista.
En cambio, no parece tan democrática la manera en que Yolanda Barcina, como alcaldesa de Pamplona, actúa en el Ayuntamiento. Es cierto que tiene 13 de los 27 votos, uno menos de la mayoría absoluta, pero eso no le da derecho a ningunear a la oposición. Aunque sea una oposición errática, que no ha sabido unir sus fuerzas para hacer políticas progresistas, tan necesarias en nuestra ciudad. Barcina, históricamente, ha tratado de impedir los debates políticos en la Administración municipal. No me puedo olvidar de las decenas, o cientos de mociones que el grupo de Barcina no dejaba ni siquiera debatir. Pero, lo que aún es peor, ignoró sistemáticamente los acuerdos que se adoptaron en el salón de plenos si no se correspondían con la opinión de su grupo. Una forma peculiar de defender la democracia...
Pero estos argumentos de peso no son nada frente a la violencia terrorista. Por eso no es tolerable que alguien ponga en duda el rechazo de nuestra organización política a ETA. Las palabras, a veces, pretenden disparar, aniquilar ideas y siglas frente a la opinión pública. Las palabras de algunos se vuelven mentirosas cuando pretenden sacar con ellas réditos políticos. Yolanda Barcina ha decidido dar un paso adelante, intentando ser presidenta del Gobierno de Navarra de aquí a un par de años. Después del ruido interno de sables consiguió avanzar el primer paso. Ahora pretende continuar el camino, también a navajazos, porque piensa que le sale rentable. Porque sólo se puede entender como un navajazo dialéctico, pero a traición, su llamamiento a IU "a que se sume de verdad con contundencia a condenar a aquéllos que cometen actos terroristas (...). No vale hacer apología del terrorismo ni mirar hacia atrás cuando alguien apoya a aquéllos que están inmersos en esos objetivos terroristas". ¿Que insinúa la señora Barcina? ¿Qué mentira pretende construir y trasladar? ¿Quién ha hecho aquí apología del terrorismo señora Barcina? ¿Tal vez se ha equivocado, usted que se cree infalible, y no era eso lo que quería decir? ¿Se le ha calentado la boca? Pues discúlpese y rectifique públicamente, porque este tipo de mentiras son, sencillamente, indecentes.
Hasta ahora, los dos presidentes de UPN y su partido han querido marcar las pautas y vendernos que tienen la verdad absoluta. Que sólo lo que ellos hacen es aceptable. Las personas que creen que siempre tienen la verdad absoluta y única me suelen dar algo de miedo. No confío en la gente que no duda y no escucha. Porque de ahí a las actitudes dictatoriales hay una línea demasiado delgada.
Pero esta vez, la presidenta se ha pasado. Porque no hace falta que desde IUN/NEB nos sintamos poca cosa frente a ella y volvamos a condenar la violencia, como lo hemos hecho siempre, bajando la cabeza. Porque que nosotros condenemos, nos solidaricemos y, sobre todo, trabajemos para acabar con la lacra del terrorismo, no quiere decir que compartamos todas las propuestas que, en esta materia, lanza UPN. Navarra y Pamplona se habían destacado, cuando la bronca política era notoria en el resto del Estado, por aunar esfuerzos en la unidad democrática contra la sinrazón terrorista. Pero fue un 17 de marzo, dos meses antes de las elecciones, cuando, encabezados por Sanz, Barcina, Rajoy y Acebes, las calles de Pamplona se llenaban de gritos contra la política antiterrorista del Gobierno de España. Y ha sido ahora, cuando en el resto se camina hacia una mayor unidad política contra el terrorismo, cuando UPN sigue empeñada en generar división entre las fuerzas políticas navarras en algo que nos une a todos, que es la defensa de la democracia, la libertad y la condena a ETA y sus crueles atentados.
Muchas personas dentro de IU consideramos que la moción de censura patrocinada por UPN en Berriozar sólo pretende aupar a Sergio Sayas a la Alcaldía. Y eso nada tiene que ver con la lucha en contra del terrorismo. Pero de ahí no deduzco que este hecho instala a UPN en el espacio de los antidemócratas, y mucho menos que UPN no condena la violencia. Sé que la condena, que la sufre y que le duele. Pero eso no le perdona del hecho de que sus dirigentes están haciendo del frentismo identitario una carrera de saltos de obstáculos para intentar llegar en la mejor posición a la meta de las elecciones del 2011.
Porque ese intento de frentismo al que UPN juega se ha pasado de la raya con las declaraciones desbocadas de Yolanda Barcina. Podemos intentar entender esta barbaridad diciendo que la actual alcaldesa pudo tener un mal día. Pero eso no le permite mentir y tratar de engañar.
Querer gobernar Berriozar no les da derecho a decir que los que no votan a UPN hacen apología del terrorismo. Porque les recuerdo que la democracia es la forma de organización que se caracteriza porque la titularidad del poder reside en todos sus miembros y, por lo tanto, la toma de decisiones responde a la voluntad colectiva. Así que ni la democracia directa, ni la representativa ni tampoco la participativa (que tanto desconocen Barcina y sus seguidores), nos llevan a deducir que en Berriozar ellos son quienes deben gobernar.
Ya está bien de que en esta tómbola foral pretendan ser siempre ellos quienes regalan los títulos de demócrata. En vez de jugar a este juego tan sucio y que tanto les gusta, más les valdría pedir disculpas y tratar de participar en la unidad frente a la violencia terrorista. Que se dejen de frentismos de una vez y colaboren con los demás, al menos en estas cuestiones tan fundamentales. Mientras tanto ¿quién es el que está demostrando un bajo talante democrático?
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