Clamando al cielo

Aingeru Epaltza

S

e ha dicho alguna vez, pero parece que conviene repetirlo. En cualquier otro lugar del mundo civilizado lo que el Gobierno de Navarra está haciendo con Euskalerria Irratia y, en general, con los medios de comunicación en euskara, supondría un escándalo de primer orden. Aquí parece que les vale todo, saltarse a la torera sus leyes y sus reglamentos inclusive, para cargar contra todo lo que pueda contribuir a dotar de un poco de vitalidad a la lengua vasca. Regalan millones a sus medios afines. A otros les conceden licencias a pesar de que saben que incumplen todo lo incumplible.

Mientras, a los medios euskaldunes los estrangulan económicamente, los hacen inviables por vía legislativa (no va a haber televisión para la zona vascoparlante, porque prefieren que no haya a que se haga en euskara), nos impiden su captación (¿a santo de qué esa negativa de principio a ETB-3 ?) o, cuando ya no queda otra, se inventan argumentos técnicos para borrarlos del dial. El odio y la obcecación de UPN claman al cielo. Pero también clama al cielo la postura del CDN, el pretendido policía bueno del tándem navarrista, a punto de una fractura en el esternocleideo de tanto mirar para otro lado. Y también la del PSN, eterno Pilatos de todo lo que se refiera a la lengua vasca, el primero en negar una licencia a Euskalerria Irratia , hace ya 20 años, con una adjudicación casi tan poco presentable como la que por dos veces ha protagonizado UPN. En torno a todos ellos, los cómplices necesarios del Consejo Audiovisual, Asociación de la Prensa, etc., reses silentes en el aska del poder.

Pero es que lo tienen muy fácil con una oposición cuya formación mayoritaria se ha negado a sí misma la posibilidad de convertirse en movimiento social y un movimiento cultural con un encefalograma cada día más plano por sobredosis de agilipollamiento. El resto lo hace una sociedad anestesiada por canalladas como la del otro día en Arrigorriaga. Qué panorama, madre.

Publicado en Diario de Noticias