Nekane Lauzirika
El 22 de julio de 1969 en los medios de casi todo el mundo aparecía la misma primera: las pisadas que el día anterior Armstrong y Aldrin habían dejado en el nunca hollado suelo lunar. Mientras, aquí la noticia era un juramento a la dictadura: "Sí, juro lealtad a su excelencia el Jefe del Estado -Franco- y fidelidad a los principios del Movimiento Nacional y demás leyes fundamentales del Reino", jurado sobre la biblia por el actual monarca Juan Carlos I, quien en su posterior discurso añadiría "…recibo del generalísimo Franco la legitimidad política surgida del 18 de Julio de 1936…" . Monarquía franquista instaurada, no restaurada. Muchos dirán que es remover un pasado basura que no interesa a nadie. Pero el juramento lo repitió el 22 de noviembre de 1975, para luego virar y jurar lo contrario ante la constitución ¿perjurio o simplemente aprovechón? Sería bueno saber cómo y por qué mató a su hermano menor Alfonso, del que es casi imposible conseguir una foto como si nunca hubiera existido. O sobre sus intereses personales e impresentable actuación en la descolonización (salida por piernas) del Sahara a favor de Marruecos. O su cuando menos dudosa posición inicial en el golpe y contragolpe del 23 de febrero de 1981. Pero si de las cosas públicas algo se puede atisbar en el 40º aniversario de su nombramiento como sucesor del tirano dictador, alrededor de él se ha urdido una tapadera de medios e intereses espurios que censuran toda información sobre la familia real. Aunque no sorprendida, sí me veo ratificada en mis pensamientos con cada página que leo en el muy bien documentado libro «Una monarquía protegida por la censura» de Iñaki Anasagasti, a quien le ha supuesto diosy ayuda conseguir publicarlo, porque la tapadera de la corona española es muy alargada. Sus dispendios y derroche en gastos suntuarios, desplantes a opositores, sus cacerías -de osos y ¿mantenidas?-, su fulgurante enriquecimiento patrimonial, la continua ampliación de la familia real con aumento sin límite del presupuesto -incontrolable- que destinan a su vida regalada de zánganos… todo subsumido bajo la "no responsabilidad legal" del monarca y la tapadera real de censura que les ampara, auspiciada por un partido ¿republicano? como el psssssoe. Porque 40 años de tapadera real permiten sospechar de enjuagues monárquicos con tufillos probablemente apestosos.
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