miércoles, 16 de diciembre de 2009

El espejismo de Euskarabidea


María Luisa Mangado

LAS peores previsiones de cara a los Presupuestos de Navarra para 2010 se han confirmado en lo que respecta a la promoción y desarrollo del euskera. El nacimiento de Euskarabidea, hace dos años, vino viciado por la falta de un planteamiento claro y comprometido hacia el impulso y desarrollo del euskera. Prueba de ello fue la tardanza en la designación del gerente de dicho instituto, cargo que finalmente fue ocupado por Xabier Azanza.

Los fines del mencionado instituto hacían presagiar que, de una vez por todas, nuestra lengua, el euskera, iba a ser dignificada y exenta de toda polémica en cuanto a su uso partidista. Así, en las diferentes comparecencias, tanto del consejero de Educación, Carlos Pérez-Nievas, como del propio director gerente de Euskarabidea, Xabier Azanza, se hizo patente por su parte la necesidad de lo que ellos llaman normalización lingüística.

Si los Presupuestos de 2008 vinieron acompañados de unas disposiciones económicas relativamente razonables, en el mes de junio, con las primeras palabras de la denominada crisis, llegaron los recortes. Y, cómo no, las primeras partidas que se congelaron y recortaron fueron precisamente las relativas al euskera.

En 2009 la tijera hizo estragos en varias partidas específicas y, entre ellas, en la denominada Programas sobre el vascuence en medios de comunicación social, que pasó de 310.000 euros a tener una consignación de 9.567 euros, y sobre lo cual voy a centrar hoy mi artículo.

Como es sabido, la Ley del Euskera en el artículo 27 especifica: "Las Administraciones Públicas promoverán la progresiva presencia del euskara en los medios de comunicación social públicos y privados. A tal fin, el Gobierno de Navarra elaborará planes de apoyo económico y material para que los medios de comunicación empleen el euskara de forma habitual y progresiva". Por lo tanto, el Gobierno de Navarra viene obligado por la misma ley a aportar los medios económicos necesarios para cumplir lo que ésta dicta.

En el mes de febrero de este año, el grupo parlamentario de Nafarroa Bai presentó una moción por la que se instaba al Gobierno de Navarra "a que asegure para 2009 una partida económica suficiente para que los medios de comunicación navarros en euskara puedan asegurar su función y pervivencia, y también para aquéllos que han sido excluidos en anteriores convocatorias"; así como "a que se inserte en dichos medios publicidad institucional" y "a que se den pasos concretos para estabilizar su situación con la firma de un convenio que garantice entre otros su regulación y financiación económica".

El PSN presentó una enmienda de sustitución por la cual se instaba al Gobierno a "que proceda a suscribir convenio y/o convenios con los medios de comunicación que operan en euskera en nuestra comunidad, a fin de garantizar la objetivación de la financiación económica potenciadora del uso del euskera". A la vista de que nuestra posición no iba a contar con el apoyo mayoritario, decidimos aceptar la enmienda de sustitución de los socialistas, que sí salió adelante. Planteamos un periodo de espera máximo de dos meses para establecer dicha comunicación. Se establecieron estas conversaciones para llegar a un acuerdo, e incluso en septiembre, en una visita parlamentaria solicitada por nuestro grupo para conocer las instalaciones y recabar información sobre la propia Euskarabidea, se nos informó que la partida destinada a los medios de comunicación en euskera contaba con la cantidad de 249.567 euros y que la convocatoria se iba a realizar en breve.

Sin embargo, ante la falta de convocatoria pública, y después de la destitución del entonces consejero de Educación, Carlos Pérez-Nievas, pregunté directamente al nuevo consejero, Alberto Catalán, sobre la convocatoria. Su respuesta fue rotundamente afirmativa, que saldría a lo más tardar en quince días. Pasado el plazo, a principios de noviembre, volví a la carga, y la respuesta siguió siendo la misma: rotundamente afirmativa.

Como la palabra es lo único que nos diferencia de los animales, y yo creo y quiero seguir creyendo en la palabra, me fíe de este representante institucional y seguí esperando, sin bajar la guardia, eso sí, hasta que, de manera casual, en una concentración, el director gerente de Euskarabidea me comunicó que no se iba a proceder a la convocatoria de esta partida de 249.567 euros que el propio consejero me había garantizado.

Hemos pedido la comparecencia del consejero en sede parlamentaria para que nos explique el porqué de su falta de palabra y compromiso. Al consejero le manifestaremos en ese momento lo que pensamos de él en cuanto a su falta de palabra, que no hace sino presagiar un futuro negro para cualquier conversación o negociación que se pretenda tener con él. Éste es por lo menos mi punto de vista, y lo sigo manteniendo.

Además, es importante señalar que desde Nafarroa Bai hemos querido dar una oportunidad a Euskarabidea, como institución que iba a favorecer al euskera, y evitar el uso partidista de nuestra lengua. Sin embargo, su devenir acrítico hacia los recortes efectuados en Euskarabidea y los razonamientos para salvar la cara y responsabilidad del consejero de Educación y del propio Gobierno nos parecen indignos de un director gerente de la propia institución.

Señor Azanza, flaco favor está haciendo usted al euskera con su silencio que supone, a nuestro entender, un mantenerse en el puesto por encima de cualquier consideración ética, y que va en contra de los propios principios fundacionales de la institución que usted preside, como son: amparar el derecho de la ciudadanía a conocer y usar el euskera, y definir los instrumentos para que se haga efectivo; así como proteger su recuperación y desarrollo a través de políticas positivas hacia el euskera en los ámbitos de formación, asesoramiento, fomento e investigación, garantizando así los derechos lingüísticos de la ciudadanía.

Publicado en Diario de Noticias

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